martes, 26 de junio de 2012

Maldito 26-J

Lágrimas, tristeza, angustia, desolación...
Hoy se cumple un año, de aquella fatídica tarde de junio, dónde River Plate y Belgrano empataron 1 a 1, y con el resultado de ida (2-0 para los cordobeses del orto), el Millonario caía y se sumergía en la pobreza de la B Nacional.

Esa tarde fui a la cancha. Me levanté temprano para ir a justificar el voto para gobernador de Tierra del Fuego. Primero fui hasta el centro a la Casa de mi provincia, pero estaba cerrada, tenía que ir a una comisaría. "¡Esta!", estaba por llegar tarde al partido, así que no justifiqué una mierda. En un barcito tomé un café con leche e intenté comer una factura pero no podía por lo que se la regalé a un amigo. Llegamos a la cancha y el olor a choripan me hacía mal, me dolía la panza zarpado, temblaba mal, no hace faltar explicar que estaba RE CAGADO

Del partido prefiero no hablar. Todos saben el resultado, cómo fue el desarrollo, y también saben quiénes fueron los culpables y quiénes murieron de pie. Pero esa horrible tarde, fue una tarde de percepciones, vi y presencié demasiadas cosas, presencíe:

-2500 policías haciendo la vista gorda a la reventa de entradas.
-70000 riverplatenses alentar hasta el último minuto a pesar de descender
-Carlos Arano jugando hasta el final del partido.
-Pezzotta tener una horrible actuación.
-Al club más grande de la Argentina bajar de categoría y manchar 110 años de gloria.
-Llorar todo un estadio.
-Hinchas desvaneciéndose y otros pelearse entre ellos
-Todo el estadio cantándole “Soy de river” a los Borrachos del Tablón.
-La barra abandonar su gente para hacer desmanes.
-A la maldita Federal burlar y provocar a la hinchada.
-Cantando a toda la popular empapada y cagada de frío.
-Una lluvia de maderas, sacadas de las plateas, hacía el campo de juego.
-El tan hermoso y prestigioso club, destrozado por donde se lo mire.
-A los agentes de seguridad pegarle a una señora de 60 años y a pendejitos de 12.
-Un señor vendiendo garrapiñadas en plena lluvia de piedras y disparos de la yuta.
-Incendiados: autos particulares, un móvil policial, móvil de Crónica...
-El barrio en llamas, cual panorama bélico.
-Corridas, lluvia de piedras, gases lacrimógenos y hasta policías devolviendo los piedrazos.
-Saqueos, y un falopa llevándose cinco champús.
-Robar un Farmacity al grito de “busquemos los Rivotril”
-Decenas de policías motorizados, cual Arnold Schwarzenegger  en Terminator 2, cazando gente de River Plate por el barrio Belgrano.
-La PEOR tarde de mi vida en los últimos años.

Sí, aquella fue, es y será por mucho tiempo la peor tarde de mi vida. Un año después encuentro al club de mis amores de nuevo en la primera categoría del fútbol argentino, lugar del que nunca debió irse. Espero que esta fecha sea para el recuerdo, para la reflexión, para saber qué NO hay que hacer, para aprender de los errores y fundamentalmente para NO olvidar, porque aquellos, los culpables, los Locarno, los Grondona, los Aguilar, los Passarella, quieren que River se olvide de esto, pero no podrán, esta cicatriz que jamás se irá. Esta herida no nos mató, y lo que no mata, fortalece...